Inventores de España: sector en peligro
Los españoles prefieren salvaguardar sus ahorros a arriesgarlos para patentar y comercializar una idea que proporcione beneficios, algo complicado si tenemos en cuenta que solo un 2% de inventos alcanza la gloria
Hace escasos meses la directora general de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), Patricia García-Escudero, reconocía en una entrevista que a pesar de la extraordinaria capacidad inventiva de la que goza nuestro país, el peso de la crisis económica sobre el sector de los inventores españoles es más que evidente. Escudero daba cuenta en la conversación de cómo el número de patentes registradas se había reducido en los últimos meses de manera considerable, una merma determinada, entre otros factores, por el coste que hoy supone tener los derechos de propiedad de una idea y comercializarla así como por la escasa fluidez del crédito en las entidades bancarias.
En cifras, a los casi 1.000 euros que puede suponer hoy hacerse con los derechos de propiedad de un invento deberemos sumar unas tasas anuales que, como mínimo durante 20 años (momento en que la patente caduca y pasa a dominio público) el inventor deberá pagar por mantener los derechos sobre su creación, un coste que se irá incrementando desde los 23 euros del tercer año hasta los más de 600 euros del último. Además, si queremos patentar la idea en el extranjero, deberemos correr con el cargo económico que suponga su exportación a otros países. Todo esto, ligado a las dificultades económicas de muchos españoles y a la evidente reducción en su capacidad de ahorro nos lleva a concluir que poner en marcha una idea cuyo éxito es incierto podría suponer un golpe letal para nuestra economía.
Está en lo cierto pues la directora general de la OEPM cuando afirma que nuestra capacidad inventiva sobra y que no es este el factor que ha marcado en rojo el nivel de éxito de un sector que basa su actividad en materializar (y monetizar) buenas ideas. Es precisamente lo que destaca Manuel Matellán, presidente del Club de Inventores.«Claro que tenemos talento, pero no es suficiente. El talento hace que tengamos una creatividad especial en España, pero no nos equivoquemos, pues no debemos pensar que estamos por encima de otros países cuando lo cierto es que estamos muy por debajo si miramos los indicadores de la OEPM. Nuestro país debería estar entre los primeros doce jugadores mundiales en invención y la cruda realidad es que está en los vagones de cola».
Miedo a patentar
Como suele ocurrir en materia de innovación, el éxito o fracaso de una idea no solo dependerá de su calidad, sino también de las posibilidades que tengamos a la hora de materializarla. De conseguir ambas cosas, afirma el presidente de la asociación de inventores, nuestra idea «nos podría hacer ganar muchísimo dinero».
Pensemos que, en efecto, acabamos de dar con la idea perfecta para solucionar con éxito un problema concreto. ¿Qué pasos debemos seguir? Lo primero, según Matellán, será transformar dicha idea en una propiedad industrial, es decir, patentarla. «Esta propiedad industrial puede tener tanto o más valor que cualquier otra, como por ejemplo puede ser una vivienda, ya que la propiedad industrial es también susceptible de venderse y, además, puede hacerte millonario de la noche al día».
«Solo un 2% ha conseguido el éxito»
Matellán recalca que «si tomamos como referencia la Oficina de Patentes podremos ver que en los últimos años se ha producido un descenso considerable de las solicitudes en España, algo que principalmente se debe a que, a la hora de proteger o registrar una idea, mucha gente se abstiene al ser consciente de que el resultado es incierto y opta por salvaguardar sus ahorros en lugar de arriesgarlos. Ten en cuenta quesolo alrededor del 2% de los inventos españoles ha conseguido el éxito ya que el resto de patentes, o no son viables o se abandonan porque el inventor no encuentra el triunfo de forma inmediata» En definitiva, Matellán tira por tierra aquel dicho tan esperanzador que dice que ‘ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas’ y descarta tajantemente que la crisis económica pueda suponer un impulsopara el sector.
La etapa dorada que está por llegar
Cuando pedimos al experto que indique cual, a su juicio, ha sido la mejor época para el sector, Matellán es claro al asegurar que ese momento «todavía no ha llegado» a pesar de que precisamente este mismo año el ingeniero burgalés José Luis López Gómez era reconocido como mejor inventor europeo del año por patentar un sistema que permite a los trenes circular con mayor seguridad.
«Creo que la etapa dorada de la que hablas está por llegar. El futuro es brillante, pero necesitamos mayor sensibilidad por parte de la administración, de la sociedad y del entorno empresarial. Tenemos que buscar las vías que permitan a las personas desarrollar sus trabajos, ya que el inventor es un generador de riqueza y de puestos de trabajo».
El inventor de hoy tiene un escollo importante, dice Matellán, y es «la escasez de recursos económicos» de los que dispone. «Los bancos se han atrincherado y ya no conceden crédito al ciudadano. Además, el Gobierno debería ofrecer los mismos privilegios de los que gozan otros sectores que hoy pueden acceden a subvenciones. Es necesario establecer un marco en el que los inventores se acomoden, se deben establecer prioridades y, si se conceden subvenciones para otros temas, deben concederse también para un sector en el que con una inversión de escasamente 20.000 euros podrían crearse varios puestos de trabajo».
Con todo… ¿Se puede vivir del invento? Matellán es tajante al afirmar que «por su puesto que se puede, y mucho mejor que en otras profesiones. Solo necesitamos encontrar una idea viable y rentable y comenzar a desarrollarla. Una buena idea puede llegar a costar lo mismo que diez casas y te puede hacer millonario».
Fuente: abc.es
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